Por María Celsa Rodríguez
Cuando José Aldemar Rojas Rodríguez, a bordo de una camioneta de reparto atravesó la portería de la escuela de policía de Bogotá estaba decidido a hacer estallar la bomba e inmolarse con ella.
Ni los controles de seguridad lo detuvieron, aceleró para ir a parar al alojamiento de mujeres donde detonó los 80 kilos de pentolita dejando un saldo de varios muertos y mas de 60 heridos graves.
Rojas, tenía la mano derecha amputada y residiría en la zona de Arauca en la frontera con Venezuela, una región dominada por el ELN y por las Farc. Allí el negocio del narcotráfico financia las operaciones guerrilleras, de los llamados disidentes.
Las amputaciones es una característica de personas que han maniobrado explosivos, por lo que cabe la posibilidad que el terrorista pertenezca a sus filas.
Justamente un informe de inteligencia militar lo identifica a Rojas Rodríguez con Moncho Kiko, un sujeto que era explosivista del ELN, por ello la perdida de su mano. Y en su historial, fue un instructor de otros militantes de la guerrilla.
En el 2012 se descubre a las FARC ingresando pentolita ecuatoriana camufladas entre encomiendas que eran enviadas a Cali y a Bogota. «Según un informe oficial, hay aproximadamente 120 sujetos que son los disidentes de las Farc que vienen operando en el departamento de Arauca.
Y ya se hablaba de que había una amenaza, que iban a atentar contra las fuerzas de seguridad.
La pentolita usada, es una mezcla de TNT y PETN, tetranitrato de pentaeritritol y son manipulados de tal manera que deben ser accionados externamente, desde un dispositivo de distancia, como un celular o un choque.
Es mas, hace poco se encontró un artefacto explosivo que pretendía atentar contra el oleoducto Caño Limón Coveñas en La Esmeralda y se lo adjudicó al ELN.
La forma de inmolarse es una características de terroristas foráneos. Quizás la docencia implementada por lo grupos yihadista en América Latina tuvo su influencia.
Lo cierto que ya el Departamento de Estado de los Estados Unidos, ha advertido que tanto el ELN como las Farc son las dos organizaciones que persisten en cometer la mayoría de los ataques terroristas en la región.
La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar; Analista del Circulo Acton Chile @CirculoActonChile